Combatió con espectacular ingenio en batallas contra ejércitos poderosos pero su mayor lucha siempre fue desde el ideario humanizador y propagador de ideas con objetivos superiores: un pueblo educado y libre que asuma el desafío de su progreso y desarrollo.
Evitó, con dedicado entusiasmo, los estériles conflictos y fue siempre un acérrimo defensor de la patria.
Defendió con amor la verdad. Habló poco y fue preciso y sus hazañas se mantienen vivas en el ideario colectivo que hoy desde Nuevo país buscamos honrar y propagar en defensa de la nación añorada por San Martín, sin grietas, sin enfrentamiento internos estériles y con el objetivo emancipador como horizonte.
Insistimos desde Nuevo país en la necesidad de humanizar el carácter y hacerlo sensible a las necesidades de un pueblo hambriento y necesitado de conocimiento, de esperanza y amor. Todo eso que San Martín ya hizo y por lo que entregó su vida.
Honremos su memoria y no olvidemos su máxima de inspirar confianza y amistad y unir respeto. Despreciemos el lujo y que la caridad nunca nos falte.
Vayamos, con ese entusiasmo que nos legó, a combatir esos poderosos ejércitos contemporáneos que hoy se erigen en la falta de diálogo, en la confrontación innecesaria y en el desinterés por el otro. Los recursos son escasos y también lo eran para San Martín, pero la fortaleza de su carácter permitió lo que parecía imposible. En Nuevo país creemos que hay 46 millones de motivos para lograr esa patria que soñó.
Hace 245 años nacía hoy una nueva esperanza desde las lejanas tierras de Yapeyú, Corrientes. Nuevo País le rinde homenaje y hacemos propias sus ideales por una nación libre de grietas y enfrentamientos.
Analia Tayar
Vicepresidenta
Nuevo país